Nuestras Creencias.

Acerca del pecado y salvación

Todo el mundo ha pecado y necesita salvación. La salvación viene por gracia mediante la fe basada en el sacrificio expiatorio de Jesucristo. (Ver Romanos 3:23-25; 6:23; Efesios 2:8-9.)

Un Dios

Hay un Dios, que se ha revelado como Padre; por su Hijo, en la redención; y como el Espíritu Santo, por emanación. Jesucristo es Dios manifestado en carne. Él es tanto Dios como hombre. (Ver Deuteronomio 6:4; Efesios 4:4-6; Colosenses 2:9; I Timoteo 3:16.)

Salvacion y nueva vida

Nuestra experiencia y doctrina deben ajustarse al modelo bíblico completo. Al responder al evangelio y creer en Jesucristo, nos arrepentiremos de nuestros pecados, seremos bautizados en el nombre de Jesucristo y recibiremos el don del Espíritu Santo (Hechos capítulos 2, 8, 10, 19). No rechazamos a quienes no han recibido la experiencia completa del Nuevo Testamento, pero los animamos a recibir todo lo que Dios tiene para ellos. En última instancia, cada uno de nosotros es responsable ante Dios por nuestra respuesta de fe. La Biblia es la única autoridad para la salvación; la base de la salvación es la muerte, la sepultura y la resurrección de Cristo; la salvación viene sólo por gracia mediante la fe en Jesucristo; y la aplicación de la gracia y la expresión de la fe vienen cuando una persona obedece Hechos 2:38, recibiendo así el nuevo nacimiento prometido por Jesús.

Para muchas personas, “pentecostal” es una palabra nueva. Aunque se ha vuelto mucho más común en los últimos años, sus raíces se remontan a una antigua fiesta judía y, más recientemente, a la primera efusión del Espíritu Santo sobre los primeros creyentes cristianos. Debido a que este derramamiento inicial del Espíritu tuvo lugar el día de Pentecostés (Hechos, capítulo 2), aquellos que experimentan una llenura similar del Espíritu son conocidos como pentecostales. Miran al Libro de los Hechos como una guía sobre cómo vivir su fe cristiana. Muchos de los personajes clave de Hechos fueron testigos oculares de la vida y las enseñanzas de Jesús, y se deduce que tendrían la percepción más clara de la forma en que adorar a Jesús.

Acerca del pentecostalismo